Qué aspectos económicos deben abordarse en los contratos

Un contrato profesional implica acuerdos financieros

El uso de la imagen de una persona, ya sea en fotografías, videos o incluso representaciones digitales, conlleva importantes implicaciones legales y económicas. Los contratos de derechos de imagen en exteriores, especialmente cuando se utilizan en publicidad o promociones, son cada vez más frecuentes. Por ello, es crucial que tanto el sujeto que cede sus derechos (el “portador de la imagen”) como la entidad que los utiliza, comprendan a fondo los aspectos económicos que deben incluirse en el acuerdo. Una correcta negociación desde el principio evita conflictos posteriores y asegura una compensación justa por el uso de la imagen.

La complejidad de estos contratos radica en la variedad de contextos en los que se utiliza la imagen y la dificultad para predecir el alcance real de su difusión. La ausencia de una clara definición de los derechos, la duración del contrato y, sobre todo, la compensación económica, puede generar graves problemas legales para ambas partes. Por lo tanto, esta guía busca ofrecer una visión general de los puntos clave a considerar desde el punto de vista económico, facilitando una relación comercial transparente y beneficiosa para todos los involucrados.

Índice
  1. Definición del Objeto y Duración del Contrato
  2. Cálculo de la Compensación Económica
  3. Derechos Adicionales y Limitaciones de Uso
  4. Cláusulas de Rescisión y Arbitraje
  5. Conclusión

Definición del Objeto y Duración del Contrato

La definición precisa del objeto del contrato es fundamental. No basta con una descripción genérica de la imagen; debe especificarse el material concreto en el que se utilizará, la ubicación geográfica del uso (exterior, nacional, internacional), el tipo de campaña publicitaria, y la plataforma de difusión (redes sociales, televisión, etc.). Cuanto más detallada sea esta descripción, menos margen habrá para interpretaciones futuras y, por lo tanto, para potenciales reclamaciones por incumplimiento del contrato.

Además, es imprescindible establecer la duración del contrato. Un contrato de duración indefinida puede ser arriesgado para el portador de la imagen, ya que limita su capacidad para utilizar su imagen en el futuro. Por otro lado, un contrato de duración muy corta puede resultar insuficiente para cubrir los beneficios que se obtienen del uso de la imagen. Se recomienda establecer periodos de renovación, con revisión anual de los términos y condiciones, incluyendo la compensación.

Es vital incluir cláusulas que aborden las situaciones de emergencia o cambio de dirección estratégica de la empresa que utiliza la imagen. La incertidumbre puede afectar negativamente la planificación del portador de la imagen, por lo que es aconsejable prever mecanismos de flexibilidad que permitan modificar el contrato en circunstancias excepcionales, siempre con el consentimiento del portador.

Cálculo de la Compensación Económica

El cálculo de la compensación económica es uno de los aspectos más complejos y polémicos en estos contratos. No existe una fórmula universalmente aceptada, ya que depende de una serie de factores, como la notoriedad del portador de la imagen, la visibilidad del uso de la imagen, la magnitud de la campaña publicitaria, y el alcance de la difusión.

Se recomienda basar la compensación en un porcentaje del beneficio generado por la campaña publicitaria. Este porcentaje debe ser negociado y documentado de forma clara y precisa. Es importante definir qué se entiende por "beneficio" y cómo se medirá. Considerar elementos como el aumento de ventas, la captación de nuevos clientes, o el fortalecimiento de la imagen de marca puede ser relevante.

Además de la compensación directa, se pueden incluir incentivos adicionales, como bonificaciones por el cumplimiento de objetivos específicos, o la posibilidad de utilizar la imagen en otras campañas publicitarias futuras. La flexibilidad en este aspecto, siempre dentro de límites razonables y acordados por ambas partes, puede ser un factor determinante para alcanzar un acuerdo satisfactorio.

Derechos Adicionales y Limitaciones de Uso

Un contrato complejo refleja incertidumbre global

Es fundamental definir los derechos adicionales que se otorgan a la empresa que utiliza la imagen. ¿Se le permite utilizar la imagen en diferentes formatos (digital, impreso, etc.)? ¿Puede reproducirla, modificarla, o adaptarla para diferentes mercados? ¿Tiene derecho a utilizar la imagen en productos o merchandising?

Asimismo, el contrato debe establecer las limitaciones del uso de la imagen. ¿Existen restricciones geográficas o temporales? ¿Puede la empresa utilizar la imagen de forma descontextualizada o en un contexto inapropiado? ¿Está prohibido utilizar la imagen para fines políticos o religiosos? Establecer límites claros evita que la empresa se exceda en el uso de la imagen y pueda dañar la reputación del portador.

Asimismo, se debe especificar la propiedad de la imagen resultante del uso. ¿La empresa se convierte en propietaria de las imágenes creadas utilizando la imagen del portador? Si no, el portador debe conservar los derechos de autor y tener derecho a ser reconocido como la fuente de la imagen.

Cláusulas de Rescisión y Arbitraje

La rescisión del contrato debe estar claramente definida, incluyendo las causas que la motivan (incumplimiento de las obligaciones, incumplimiento del acuerdo, etc.) y los plazos para su ejecución. Es importante establecer un procedimiento para la resolución de disputas, evitando que la situación se prolongue indefinidamente.

Se recomienda incluir una cláusula de arbitraje, que establezca un organismo imparcial para resolver las controversias que puedan surgir entre las partes. El arbitraje suele ser más rápido y eficiente que un litigio judicial, y permite evitar los costes y la incertidumbre asociados a la vía judicial. Además, es importante definir la jurisdicción competente en caso de que el arbitraje no sea viable.

Conclusión

El contrato de derechos de imagen en exteriores requiere una atención meticulosa a los aspectos económicos, que van más allá de una simple cantidad monetaria. Es crucial definir con precisión el objeto del contrato, la duración del mismo, y el cálculo de la compensación económica, considerando la notoriedad del portador, el alcance de la difusión y los beneficios generados por la campaña publicitaria.

Por último, es esencial establecer límites claros en cuanto a los derechos y limitaciones de uso, así como incluir cláusulas de rescisión y arbitraje que protejan los intereses de ambas partes. Una negociación transparente y una redacción cuidadosa del contrato son la clave para evitar conflictos y asegurar una relación comercial duradera y beneficiosa.

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