Cómo se resuelven los conflictos entre brands y creadores

La colaboración entre marcas y creadores es cada vez más frecuente en el panorama creativo actual. Desde artistas visuales hasta músicos, pasando por diseñadores y escritores, la búsqueda de sinergias para amplificar su alcance y generar ingresos es una realidad para muchos profesionales. Sin embargo, esta asociación, aunque prometedora, a menudo genera disputas sobre los derechos de propiedad intelectual y la definición de los límites de la exclusividad. Estas controversias pueden poner en peligro la relación y, en última instancia, impedir que ambas partes obtengan los beneficios esperados de la colaboración.
Este artículo se centra en analizar los diferentes modelos de contratos de derechos de exclusividad territorial, destacando los elementos clave que deben incluirse para evitar conflictos y garantizar la protección de los intereses de todas las partes involucradas. Entender las implicaciones de cada acuerdo y las posibles fuentes de desacuerdo es crucial para establecer una base sólida y duradera para la productividad de la relación.
Tipos de Exclusividad: Territorial y Global
Existen dos categorías principales de exclusividad que se aplican en los contratos con creadores: territorial y global. La exclusividad territorial limita los derechos de la marca a un país o región específica, mientras que la global otorga derechos universales. La elección entre ambas dependerá en gran medida de los objetivos del creador y la estrategia de expansión de la marca. Las marcas suelen optar por la territorialidad para comenzar en mercados clave y luego expandirse globalmente, gestionando así los costes y la complejidad logística.
Dentro de la exclusividad territorial, podemos distinguir entre exclusividad por producto, por canal de distribución o por actividad. Una exclusividad por producto podría permitir a la marca vender un producto específico en un territorio determinado, mientras que una exclusividad por canal de distribución se limitaría a una red de tiendas o plataformas online. Es crucial definir claramente el alcance de la exclusividad en el contrato para evitar ambigüedades y posibles conflictos posteriores. Un contrato bien redactado debe especificar la jurisdicción, el período de validez y las excepciones aplicables.
Además, es importante considerar la posibilidad de incluir cláusulas de non-compete y non-transfer para proteger los intereses de la marca, asegurando que el creador no pueda licenciar sus derechos a competidores en el territorio especificado ni transferir el contrato sin autorización previa. La transparencia en la definición de los límites de la exclusividad es fundamental para fomentar la confianza entre las partes.
Derechos de Propiedad Intelectual: Lo que se Transfiere
Uno de los aspectos más delicados en los contratos de derechos de exclusividad es la transferencia de derechos de propiedad intelectual. Normalmente, el creador transfiere los derechos de autor de la obra (arte, música, diseño, texto, etc.) a la marca, pero esto debe ser especificado de manera precisa. La marca, a cambio, se compromete a utilizar la obra de manera exclusiva y a promocionarla en el territorio especificado.
Es esencial que el contrato detalle los derechos específicos que se transfieren, incluyendo los derechos de reproducción, distribución, comunicación pública y transformación. Si el creador desea mantener ciertos derechos, como el derecho a recibir regalías por futuras licencias, esto debe quedar expresamente establecido. La protección de los derechos del creador, incluso dentro de un marco de exclusividad, es crucial para garantizar su compensación y su capacidad de seguir creando.
También es importante incluir una cláusula de “obra original” que defina la naturaleza de la obra y establezca que la marca solo puede utilizarla en el contexto acordado, sin alterar su esencia ni modificar su autoría. La seguridad jurídica en este punto ayuda a evitar interpretaciones erróneas y a proteger los intereses de ambas partes.
Determinación de las Regalías y Incentivos

Las regalías son el mecanismo principal para compensar al creador por el uso exclusivo de su obra. La forma en que se calculan y pagan las regalías debe estar claramente definida en el contrato, incluyendo la frecuencia de los pagos (mensual, trimestral, anual) y los criterios de cálculo (ventas, ingresos publicitarios, etc.).
Además de las regalías por ventas, se pueden incluir incentivos adicionales para motivar al creador a seguir colaborando con la marca. Estos incentivos pueden ser pagos por cumplimiento de objetivos de ventas, bonificaciones por nuevos productos o campañas publicitarias exitosas, o incluso participación en los beneficios generados por la colaboración. La justicia en la distribución de los ingresos es fundamental para mantener una relación sólida y productiva.
Es importante establecer un sistema de control y seguimiento de las ventas y los ingresos para garantizar que las regalías se paguen de forma justa y transparente. La creación de informes periódicos y la posibilidad de auditorías independientes son medidas que contribuyen a generar confianza y evitar conflictos. La exactitud en la medición de los ingresos es clave para una relación duradera.
Resolución de Conflictos: Mecanismos y Cláusulas
Ante la inevitable aparición de disputas, es fundamental contar con mecanismos de resolución de conflictos claros y eficaces. Un contrato bien redactado debe incluir una cláusula de arbitraje que establezca la jurisdicción y el procedimiento para resolver cualquier controversia que surja. La eficiencia de este mecanismo es crucial para minimizar los costes y los plazos de resolución.
Además del arbitraje, se puede incluir una cláusula de mediación que obligue a las partes a intentar resolver el conflicto a través de un tercero neutral antes de recurrir al arbitraje. La colaboración y el diálogo abierto son herramientas valiosas para encontrar soluciones mutuamente beneficiosas.
Finalmente, es importante definir un proceso para la revisión y modificación del contrato, permitiendo que las partes ajusten los términos en función de las circunstancias cambiantes y de los objetivos comunes. La flexibilidad del contrato facilita la adaptación a nuevas situaciones y evita que pequeños desacuerdos se conviertan en conflictos mayores.
Conclusión
La negociación de un contrato de derechos de exclusividad territorial requiere una precisión y una atención meticulosa a los detalles. Un contrato bien estructurado, que aborde claramente los derechos de propiedad intelectual, la distribución de las regalías y los mecanismos de resolución de conflictos, es la base para una colaboración exitosa y duradera entre marcas y creadores.
La inteligencia de las partes, combinada con la asesoría legal adecuada, es fundamental para evitar conflictos y maximizar los beneficios de la asociación. Invertir tiempo y recursos en la elaboración de un contrato sólido es una inversión que rinde frutos a largo plazo, contribuyendo a la creación de proyectos innovadores y al crecimiento de ambas partes. Un enfoque proactivo y una comunicación abierta son la clave para construir una relación de confianza y respeto mutuo.
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